Crítica a Shutter island

Shutter Island es una de esas películas que juega con tu visión de la realidad que esta te presenta. Y lo hace bien. 

Desde un principio te presenta una historia con cierto misterio, bien construida y atrayente, pero que no para de rechinar, bien por incluir algunas cuestiones demasiado inexplicables (o más bien con una explicación muy alternativa a lo que se ve en un principio) o bien por presentar “errores” en la presentación (fallos de raccord continuos y bastante notables). Por supuesto todo esto acaba resultando parte de la película y de su forma de jugar con el espectador, por lo que se puede considerar que es una buena obra. 

Todo eso está muy bien hasta que llega el punto en el que ya te has dado cuenta de como va la fantasía del protagonista y aún así insisten en remarcarlo otra vez. Entiendo que los guionista quisieran aprovechar la explicación para mostrar lo ingeniosos que habían sido con los anagramas y el significado de cada elemento, pero acaba aburriendo que te repasen todo otra vez. Una historia en la que quedase menos claro donde está el misterio habría estado bastante mejor, o si no, podrían haber dejado que el espectador se fuese dando cuenta de todas esas pistas que le habían ido dando durante la película. Pero no metáis explicaciones aparte, por favor. 

Por lo demás, el final quedó bastante bien, pero la frase esa: “¿Qué sería peor, vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno?”… Lo mismo que las explicaciones. Si querían meter esa frase, no le veo mucho sentido a que el protagonista acabe tomando uno de los dos caminos. Acaba rompiendo el dilema.

En cuanto a los demás aspectos de la película no tengo demasiado que decir. Me pareció muy correcta en todo. Un buen montaje, que en colaboración con la iluminación, las localizaciones y las actuaciones, consigue crear una ambientación, un ritmo y un raccord que mantiene todo el tono de la película acorde al argumento.