domingo, 22 de enero de 2017

Hagamos líquido (: sin copas x)

Bueeenas noches gente de copa/sofá y demases pseudocríticos del cine que todos odian y "nadie" jamás hará (ya ya sí claro.. espérate a que te coloquen los billetes verdes entre ceja y ceja y me dirás con qué te quedas; integridad de tu obra y su mensaje en un guión escrito encarpetado bajo un puente o lo que dictaminan los mercados que es lo que te hará comer y "sólo" así tú sobrevivirás). Hoy toca análisis superficial de "El Irlandés".

Comenzaré con su gran punto fuerte: los diálogos. Comentar que en momentos puntuales me ha recordado al tratamiento que le da un tal Tarantino a las conversaciones en sus films, tal vez sea por el exceso de ironía, por los sarcasmos ácidos o por los demás reveses del destino que se encuentran los personajes, el caso es que queda bien claro que son los diálogos y su burlesco carácter, lo que consigue que una temática tan masticada como el narcotráfico, despunte del resto de obras similares.

Es cierto que puede que muchos hayan echado en falta (y me incluyo) un mayor número de escenas de acción, costumbre que hemos arrastrado de una dieta hollywoodiense que no escatima en explosiones, disparos y sangre, claro que deberíamos recordar que los británicos no se las gastan como sus independizados angloparlantes; esto lo podemos notar no sólo en la puntual escena de acción donde concluye la trama, sino también en el humor utilizado, más allá de la estupidez básica y el sin sentido por el sin sentido, utilizando por ejemplo, referencias filosóficas entre criminales.


Aunque es cierto que puede que la fotografía no haya sido un plano trabajado al detalle, esto no resulta problema alguno al dedicarle el trabajo que merece a la búsqueda de unas buenas localizaciones, tratadas estas con los planos que mejor comuniquen y defiendan lo que se quiere contar. Me han llamado bastante la atención los planos simétricos como el del puerto en la recta final por poner un ejemplo, y el uso de la iluminación en interiores/exteriores, además del elaborado etalonaje que le da ese toque frío (irlandés) en su mayoría, y alguna que otra subida de tono para acompañar los cálidos hechos que suceden en escena.

Puesto que los diálogos son una de las partes más importantes de la película, por no decir la que más, los personajes, en consecuencia debieran ser cuidadosamente tratados para mantener la coherencia de la narrativa que sale por sus bocas y a veces cierto, a veces no tan cierto. Para muestra un botón, el protagonista mismo. Desde la actitud más canalla del inicio y del desarrollo, asentada por comodidad, confianza y costumbre nacional, hasta la actitud más honesta e íntegra, improvisada por las circunstancias del momento que lo han llevado hasta el desenlace. Quién sabe, por intentar buscarle un sentido a su viraje actitudinal, tal vez la muerte de su madre le quitó lo único que lo mantenía en esa espiral de mierda que él mismo paladeaba con exagerado disfrute, y ya que no le quedaba nada más por lo que luchar, decidió luchar contra la hidra-pulpo de la corrupción que todo lo devora..


Buen apartado musical y bien elegido para cada escena, aunque para mi gusto un poquillo más de música folk del país no habría precisamente sobrado, que si no es por los deseos de la madre me da que ni la hubiésemos escuchado.

Finalizaré comentando el desarrollo de la trama. Puede que sea un tema innumerables veces masticado, puede que ya conozcamos al tipo de personajes con los que nos encontramos, puede que la subtrama de la madre del protagonista esté ahí para humanizar a un personaje que parece que hace lo que le da la gana cuando le da la gana si puede ser jodiendo a otro mejor que mejor, e incluso puede que el agente del FBI sea una necesidad de guión para que todo desemboque del modo en que ocurre sin conseguir desarrollar en profundidad ningún personaje en particular, como el niño, los criminales, compañeros de trabajo, etc. claro que sin todo lo anterior mencionado, lo único que nos quedaría serían los mencionados diálogos como si de un sketch se tratase, y cada quien tiene sus gustos pero qué queréis que os diga, prefiero una película de 90 minutos con la crudeza y humor que esta nos da, que las otras dos opciones posibles que mi atrofiada mente es capaz de imaginar a estas alturas de la noche:

-Una serie de sketches policíacos que no tienen nada que ver unos con los otros más allá del argumento ley vs criminal (con sus risas enlatadas para el que no sepa cuando debe reir).

-Una película de 130 minutos donde se muestran mayores detalles del carácter que posee cada uno de los personajes, para acabar como acaban cada uno de estos..

Me quedo sin duda con hacerlos líquido! x)



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